Descripción
Un desodorante orgánico que no bloquea el sudor, sino que impide el desarrollo de las bacterias causantes del mal olor.
En contra de la creencia popular, el sudor es prácticamente inodoro. Por tanto, no es la propia transpiración la responsable de los malos olores. En realidad, son las bacterias las que, al consumirlo, producen compuestos químicos olorosos que son responsables del mal olor corporal.
1) Coger una cantidad muy pequeña del bálsamo con el dedo o con la espátula de madera.
2) Aplicar la pequeña cantidad de producto con los dedos en la axila.
3) La textura se funde al entrar en contacto con la piel y basta con masajear hasta que el bálsamo se absorba por completo.
El acabado no debe ser graso ni pegajoso, sino que deja una sensación ligeramente empolvada gracias a la fécula de maíz que actúa como un talco vegetal.
Utilizado una vez al día, el tarro dura una media de 3 meses. Una vez abierto, puede conservarse durante 14 meses en un lugar fresco y oscuro.
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